Panamá es uno de los países centroamericanos que aún cuenta con un agua más o menos pura y saludable. Es el líquido vital para la vida, y algunos empresarios se han preocupado en los últimos años por brindar a las personas la oportunidad de consumir un agua libre de bacterias y otros agentes causantes de enfermedades.
La venta de agua embotellada se ha incrementado, generando grandes ganancias a las empresas que se dedican a la exportación de este líquido.
En el mercado nacional se comercializan unas 27 marcas de agua embotellada, y aunque todas son envasadas y vendidas como tal , los consumidores deben tener presente a la hora de escoger cuales son las propiedades de cada una.
Están clasificadas como de manantial, mineral, destilada y purificada, permitiendo al comprador la alternativa de escoger la que más le agrade por costo y variedad.
Desde hace varias décadas se habla de la contaminación de los ríos que son utilizados para la tomas de agua cruda, por parte del IDAAN, ocasionando la preocupación de las personas que se abastecen de esta fuente de agua. A pesar del uso del clorox para destruir los microbios patógenos en el agua potable.
Por otro lado, es importante que el comprador conozca las ventajas de las clasificaciones.
El agua mineral, de acuerdo con los expertos puede ser natural y artificial, radicando la diferencia en que la natural proviene de yacimientos subterráneos y se distingue de la potable por su contenido en minerales y por su pureza natural, mientras que las mineralizadas artificialmente - agua potable- tienen sales minerales de uso permitido.
Otra manera de procesar el agua es usando filtros que permitan purificar el líquido, despojándolo de los elementos considerados nocivos, con la gran ventaja que estos filtros pueden ser colocados en casa. Cuando el envase está etiquetado como agua destilada o de vapor, el cliente debe saber que esta posee la propiedad de limpiar toda la basura tóxica acumulada en las células. Ahora sólo queda a los compradores decidir que agua prefieren y por que.