Tres rehenes extranjeros fueron liberados en Irak en una jornada en la que también fue asesinado un guardia sudafricano, y que estuvo marcada por una protesta chiíta, en la que se acusó a las fuerzas británicas de ser responsables de los atentados en Basora.
En Bagdad, un diplomático anunció que Nabil Georges Yaaqub Razzuq, un árabe israelí secuestrado en Irak el 8 de abril, había sido liberado.