El campeonato 62 de béisbol mayor en Panamá ha sido de alarido; una serie semi final (de cuatro equipos) que al inicio nadie podía decir quienes eran los finalistas; una serie pareja. Todo esto motivó a fanáticos y jugadores a tener su fe y sus creencias.
Los seguidores del equipo de Herrera llevaron sus tradicionales “brujas de Monagrillo”, siendo Herrera el equipo que ha mantenido una “mascota” que los ha identificado a lo largo de estos torneos.
Pero lo curioso del asunto, es que dentro del equipo, los jugadores se inclinan ante el “Creador” al inicio y al final de cada partido, rogándole por salir victoriosos, también para que ninguno se lesione, y para que les vaya bonito en sus viajes de provincia en provincia.
Desde hace varios años se hacen acompañar de una figura de marmolina del primo hermano de Jesús, y Patrón de los chitreanos, hablamos de San Juan El Bautista, que hasta sombrero pintado le han colocado, como buen interiorano. Además de eso, muchos, casi la mayoría llevan prendido en sus uniformes o gorras, la pequeña imagen dorada del “Divino Niño”, para que los acompañe en todo momento, dicen.
Uno de los más devotos del San Juan, es Ramón “Monchito” Ramírez, el mejor lanzador del equipo con siete victorias y cero derrota en el campeonato; él le inspira la fe.