P: ¿Qué causa los cálculos biliares y es la cirugía el mejor tratamiento? ¿Puede prevenirse?
R: Los cálculos biliares, que pueden ser tan diminutivos como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. Se forman en la vesícula biliar. Este pequeño saco, situado debajo del hígado, concentra y almacena bilis. La bilis es una sustancia hecha por el hígado que nos ayuda a digerir los alimentos grasientos y absorbe ciertas vitaminas. Algunas veces, bilis almacenada en la vesícula biliar se cristaliza, formando pedazos sólidos conocidos como cálculos biliares.
En la mayoría de los casos, primariamente los cálculos biliares contienen colesterol y se forman cuando la bilis contiene más colesterol de los que las sales biliares puede disolver. También podrían formarse si la vesícula biliar no se llega a contraer y vaciar según debe hacerlo. Alrededor de un 20 por ciento de cálculos biliares son piedras pigmentadas. Están compuestas de sales de calcio y química encontrada en las células rojas de la sangre. Las piedras pigmentadas son más dadas a producirse en personas con ciertas condiciones médicas, tales como enfermedades de hígado y algunos tipos de anemia.
Las mujeres tienen mucha más tendencia a sufrir los cálculos biliares que los hombres porque la hormona femenina estrógeno aumenta el colesterol en la bilis. Este aumento de riesgo comienza a disminuir después de la menopausia, cuando caen los niveles de estrógeno. La terapia de estrógeno aumenta el riesgo, aunque la hormona en parche parece causar menos problemas que la hormona en píldora.
Las personas que son obesas tienen más probabilidades de tener cálculos biliares. Pero la pérdida rápida de peso, también aumenta el riesgo, porque las dietas bajas en calorías incrementan la cantidad de bilis que crea el cuerpo. Los cálculos biliares son tan comunes después de la cirugía para perder peso que los cirujanos con frecuencia aconsejan a sus pacientes que se les extraiga al mismo tiempo la vesícula biliar. Los factores genéticos también podrán afectar al riesgo de la formación de cálculos biliares. Finalmente, los cálculos biliares tienen más tendencia a producirse en personas con diabetes o que tienen altos niveles de triglicéridos.
La mayoría de las personas que tienen cálculos biliares no lo saben. Tan sólo tienen síntomas si las piedras pasan o bloquean un conducto biliar, causando un ataque de vesícula biliar (véase en la gráfica que acompaña).
Si la piedra se aloja en uno de los conductos, puede causar inflamación en la vesícula biliar, o los conductos biliares en el hígado. Las piedras también se pueden alojar en los conductos que salen del páncreas, otro órgano que vacía sus fluidos hacia el intestino delgado cerca de la apertura del conducto biliar, causando pancreatitis. Estas son todas condiciones bastante serias que pueden causar dolores fuertes, icteria (color amarillento de piel y ojos), fiebre alta, escalofríos, náuseas y vómitos. Normalmente, la persona tiene que tomar antibióticos y someterse a cirugía para extraer la piedra.
En la mayoría de los casos, los cálculos biliares deben ser tratados únicamente si causan síntomas. Para los ataques de vesícula biliar recurrentes, el tratamiento más efectivo es extraer toda la vesícula biliar. Tradicionalmente, la cirugía conlleva una incisión de 12cm., y una estancia hospitalaria de hasta una semana. Pero actualmente, la mayoría de la gente se somete a un procedimiento de laparoscopia.
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