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La diplomacia cubana se moviliza en América Latina y Europa para explicar la ola represiva que el gobierno del presidente Fidel Castro lanzó en las últimas semanas y evitar una condena en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, que hoy analizará la situación en la isla de gobierno comunista.
Los embajadores de Cuba en varios países expusieron ante diversas autoridades los motivos que llevaron al gobierno de Castro a condenar a penas de hasta 28 años de cárcel a 75 disidentes y a ejecutar a tres secuestradores de una lancha tras someterlos a juicios sumarios la semana pasada.
Esas medidas provocaron una ola de protestas internacionales, que incluyeron a personalidades y partidos de izquierda que hasta ahora apoyaban al proceso revolucionario cubano.
Esta coyuntura será tomada en cuenta por los representantes de las 53 naciones que componen la Comisión de DDHH de la ONU, al evaluar este miércoles la situación de los derechos ciudadanos en Cuba por decimocuarto año consecutivo.
Castro, de 76 años y 44 de ellos en el poder, alegó que su país era víctima de una "batalla de provocaciones que podría llevar a un conflicto" con Estados Unidos, a cuyo gobierno acusó de ser el promotor de las actividades de la oposición interna, que operaba en forma ilegal pero tolerada hasta mediados de marzo pasado. |
