Según una reciente encuesta, las mujeres que caminan al menos dos horas semanales a cualquier velocidad tienen un riesgo 30% menor de padecer un infarto cerebral.
Por ello, el autor del estudio, Jacob Sattelmair, recomienda caminar por cierto tiempo y hacerlo a buen paso.
Asegura que quienes caminan a paso veloz deben hacerlo sin perder la capacidad de seguir hablando. Aquellas mujeres que pueden incluso cantar deberían acelerar el paso.
La investigación involucró a unas 39 mil trabajadoras de salud, de 45 años o más, que se inscribieron en el Estudio de Salud de las Mujeres.
Se interrogó, periódicamente, a las participantes sobre su actividad física. Durante 12 años de seguimiento, 579 sufrieron infartos cerebrales.
Además de caminar, el estudio analizó actividades más vigorosas, como correr, nadar y andar en bicicleta.