Recientes estudios aseguran que la epidemia global de obesidad sigue en franco aumento, al punto tal que este mal ya se habría convertido en un riesgo igual o mayor para la expectativa de vida que la adicción a la nicotina.
El número de personas con un peligroso exceso de peso crece en el mundo, tanto que la Organización Mundial de la Salud calcula que habrá 2.300 millones de adultos con sobrepeso y 700 millones con obesidad en 2015. Y los más chicos no son una excepción, ya que este problema también está empeorando en los adolescentes y niños.
El sitio Neomundo publicó que la obesidad suele venir de la mano de enfermedades asociadas, ya que esos kilos de más aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares, artrosis y diversos tipos de cáncer, entre otros problemas. Además, afecta la autoestima e incrementa las posibilidades de sufrir una depresión.
Científicos de la Universidad de Columbia y el Colegio de la Ciudad de Nueva York hicieron una comparación entre los daños que causan la obesidad y el tabaquismo, basándose en un índice llamado AVAC (años de vida ajustados por la calidad). Este concepto mide la salud de las personas en términos de años vividos con buena salud, por lo cual incorpora tanto la expectativa de vida (la mortalidad) como los efectos que tienen las enfermedades en el cuerpo humano (la morbilidad).