El problema de la inseguridad pública está fuera de control. Asesinatos en discotecas, asalto a bancos y hoteles cinco estrellas, ejecuciones y otros crímenes están a la orden del día.
Frente a la escalada de la delincuencia no hay una respuesta efectiva de los encargados de la Fuerza Pública..
No se observa presencia de policía en las calles y cuando hay, es sólo para pedirle licencia a los conductores y no para ubicar a los delincuentes.
Pareciera que la Policía Nacional está echada. No sabemos si buscan boicotear a la actual dirección de la institución, pero el asunto ya es insoportable.
Hay quienes afirman que el problema radica en la forma como se hicieron las promociones de los uniformados que forman parte del directorio de la Policía, desconociendo la antiguedad, lo que ha originado un descontento en las filas de ese servicio de la Fuerza Pública.
Cualquiera que sea la causa, a la ciudadanía le importa un comino eso, lo que exige es que se le brinde seguridad, porque en los actuales momentos nadie está seguro en las calles de Panamá.
La gente tiene miedo de acudir a cualquier centro de diversión o restaurante, porque teme que de pronto lleguen los pistoleros y comiencen a disparar a diestra y siniestra.
Una de las promesas del gobierno de la Patria Nueva era brindar seguridad y eso no se está cumpliendo.
Hasta los arnulfistas con su tradicional frase "estamos trabajando en eso", tenían un mejor control sobre la delincuencia.