Las empresas petroleras transnacionales advirtieron que la regulación en los precios del combustible en la República de Panamá, como medida extrema, pudiera desencadenar más alzas en los costos de los derivados del petróleo.
El gerente de Asuntos Corporativos de Shell S.A., para Panamá, Costa Rica y Nicaragua, Alejandro Félix de Souza, confirmó que la regulación anunciada traerá consigo "productos mediocres al mercado, precios altos y consumidores insatisfechos" como ha sucedido en otros países de la región.
A su vez, el gerente general de TEXACO S.A., Raúl Córdoba, aseguró que las normas de flexibilización o leyes admiten un mejoramiento, "pero consideramos que se deben mantener condiciones equitativas para todos e igualdad de concurrencia y que se mantenga el libre mercado como mecanismo que ofrecerá al consumidor el precio más accesible".
SACRIFICIOS
Córdoba dijo que esa empresa ha hecho "su sacrificio" en cuanto a la situación del rublo combustible, al sostener que ya se ajustó la facturación a Panamá y Colón, por una diferencia menor en comparación con la que había en los precios, para contribuir en el comportamiento del mercado del combustible.
El viceministro de Comercio Interior, Manuel José Paredes, informó que el Gobierno, con el fin de encontrar alternativas para bajar los precios del combustible, presentará un proyecto de ley a la Asamblea Nacional que dará flexibilidad al mercado de hidrocarburos a las empresas que quieran competir en el almacenaje y distribución de este rubro.
MEDIDA EXTREMA
Félix de Souza, dijo estar de acuerdo con la medida del Gobierno en el sentido de que la regulación debe ser una medida extrema, ya que las actuales estadísticas revelan que Panamá cuenta con los precios más bajos del producto en comparación con los países de la región.
"No hay nada que justifique… nada que justifique esa regulación", recalcó Souza, ya que señaló que se conoce la realidad de los países centroamericanos como Costa Rica, que mantiene un mercado con precios regulados y los costos de la gasolina están por encima de los B/.3.00 el galón.
Souza dijo también estar consciente de la situación registrada en Colón, pero aseguró que las petroleras no tienen nada que ocultar, ya que la industria del petróleo en Panamá es la más vigilada por los medios de comunicación, Estado y asociaciones de consumidores, quienes conocen los precios de importación, precios de paridad y los márgenes de ganancia de cada empresa.