Domingo 13 de abril de 2003

 

Otros Sitios de Interés

 



  OPINION

EDITORIAL
No hay agua

El lobo llegó. Cada acción tiene una consecuencia. Hace años, décadas enteras, se ha venido anunciando que no se malgaste el agua, que se aprecie el líquido, bendición de Dios a la tierra panameña, que se cuiden los bosques, los ríos y demás recursos naturales. Y hoy, la ignorancia a tales advertencias trae sus frutos: Panamá se está quedando sin agua. El país cuenta con un agua pura por naturaleza envidiada por el resto del mundo, donde conseguir el mineral es costoso y hasta casi un lujo necesario.

Ante la escasez actual que confronta el país, la institución que vela por la distribución del agua a nivel nacional ha tomado medidas de racionalización, donde aparentemente se verán afectados aún más aquellos sectores que se han venido quejando años enteros de que no les llega el agua. Si antes que se podía decir que había el líquido y confrontaban la carencia, ahora con la medida, se vislumbra una vida de verdaderos 'gorgojos' para esas comunidades. La vida sobre la tierra es una cadena de reacciones, donde el sistema ecológico es dependiente.

El abuso de un recurso no va solo. Es así como se intenta concienciar en la ciudadanía que no talen los árboles, y de hacerlo que se dejen dos brotes en su lugar; que no contaminen los ríos, que se eviten las quemas, pero aparentemente parecen palabras tiradas en saco roto.

En la región de Azuero hay un desierto. En Darién se está abusando de la tala indiscriminada de árboles pese al pregonar de la prohibición. Basta con darse una gira por el área. En la ciudad capital, todos los ríos están contaminados por las aguas servidas.

Hace unos años, en 1997 con el llamado Fenómeno del Niño, las represas de Panamá se vieron afectadas con fuertes sequías. Eso pudo ser una voz de alerta. Se hicieron campañas para cuidar el área cercana al Canal y conservar los bosques tropicales que lo rodean.

Las campañas duraron un tiempo y hoy nuevamente retoman anuncios para sancionar aquellas infracciones a las medidas adoptadas por el IDAAN. Sin embargo, no es que sean tardías las mismas, pero sería bueno insistir en ellas y no acordarse de ellas cuando se nota que el mal es grande. La edificación de hábitos se logran con constancia y ejemplificación.

Es común observar por algunas áreas de la ciudad cómo panameños malgastan el agua y entiéndase por ello que dejan las mangueras botando el líquido sin vigilancia; otros, mientras atienden sus conversaciones con los vecinos, dejan chorreando la manguera. Pero también hay que destacar la incapacidad del IDAAN de ejecutar los proyectos de ampliación de la principal potabilizadora del país. Desde hace casi dos años se planteó ante la Asamblea Legislativa, la necesidad de utilizar los dineros del Fondo Fiduciario para realizar esos trabajos. Se alegó que la planta de Chilibre estaba a punto de colapsar. Tras las pugnas legislativas, al final se autorizaron esos dineros, pero hasta la fecha no se ha concretado la licitación para realizar los trabajos proyectados.

Hoy, es el pueblo el afectado. Ayer era la potabilizadora, hoy es la sequía y mañana habrá otra excusa para no brindar un adecuado servicio de agua potable al sufrido usuario panameño.

PUNTO CRITICO

Imagen foto

 

linea

volver arriba

OTROS TITULARES

Imagen foto
El Panamá Hilton

Semana Santa

Respuesta oportuna

La juventud puede mover montañas

Buzón de Lectores

 

linea
linea gris

| Primera Plana | Portada | Nacionales | Opinión | Económicas | Mundo |
| Deportes | Provincias | Variedades | Sucesos | Sociales | Ediciones Anteriores |
| Buscador de Noticias | Clasificados Epasa |

 

bandera de Panama
Ciudad de Panamá
Copyright © 1995-2003 Crítica en Línea-EPASA
Todos los Derechos Reservados