En 1946 Baby Torrijos fue protagonista de "Al calor de mi bohío", la primera película que se hizo en Panamá, era un drama sobre una muchacha que desoyendo a sus padres viajó del interior a la ciudad y casi para en prostituta. Pero había que filmar escenas con ropa atrevida y en el Happy Land, un bar al que iba mucho soldado (era la postrimería de la II Guerra Mundial) y hubo que cambiarle el final, porque el papá de Baby dijo "¡No señor, usted no va a terminar de cabaretera!"
La Prof. Baby Torrijos tiene 80 años. Ha dedicado su vida al teatro.
Nació en Santiago. Es hija del colombiano José María Torrijos Redmayer y la panameña Joaquina Herrera, maestros que tuvieron 12 hijos, uno de ellos el general Omar Torrijos Herrera.
Baby Torrijos rememora viejos tiempos. Se enorgullece de haber sido alumna de Anita Villalaz, a quien recuerda con cariño, admiración y gratitud.
"Fue maestra mía en el Conservatorio y de Miguel Moreno. Era extraordinaria como actriz, como persona, en todo..Y yo tenía a mi favor algo muy importante en una actriz, buena voz. Tenía una voz muy linda, soy contralto, cantaba y declamaba muy bien, hasta hace poco".
Sus hermanos Monchi (poeta y periodista) y Ligia le enseñaron a declamar desde los cinco años y al igual que su padre la motivaron a leer, lo que la ayudó e inspiró mucho.
"Mi padre, cuando cumplí los 21 años, que en esos tiempos era la mayoría de edad, no me regaló una sortija de brillantes. Nada de eso, me regaló el libro "La imitación de Cristo".
Esta obra es de un monje cristiano renacentista del Siglo XV, "el beato Tomás de Kempis ..Ha sido el libro católico más editado del mundo después de la Biblia", explica Wikipedia.
"Y eso soy yo, católica y creyente y sigo creyendo. El personaje que más admiro se llama Jesús de Nazaret, por su gran labor", afirmó ella.
Se inició en el teatro a los 15 años, en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena.
A los 22 años viajó a México, becada, a estudiar en el Instituto Nacional de Bellas Artes. Más tarde, en la Universidad de Panamá, como directora del DEXA, a mediados de los años 70, creó cuatro grupos teatrales. Uno de ellos, Los Trashumantes, recorría el país haciendo teatro, la mayoría de las veces al aire libre, en tarimas improvisadas.
En el DEXA "tuvimos también grupos de danza y folklore y la primera galería de Panamá, logramos la profesionalización de actores, bailarinas de ballet y de danza y folkloristas", comenta.
Opina que siempre ha habido actores y obras buenos. Se complace por el auge teatral actual y destacó que ahora más gente vive del teatro, que antes una obra tenía sólo 4 ó 5 funciones y ahora las ha habido hasta de 80; que hay más salas y más grandes y teatro alternativo (de corte social), aunque no es rentable.
Aplaudió la labor de más de 50 años del Teatro en Círculo e insta al Ministerio a nombrar en cada plantel secundario un profesor de teatro, por los beneficios de este arte como herramienta didáctica.