Jesucristo lo había anunciado. Le había dicho a los estudiosos de la Ley en ese entonces que Él resucitaría al tercer día, pero nadie le creyó. Lo que hicieron fue ocultar el gran secreto de que había vencido la muerte por el perdón de los pecados de la humanidad.
El pueblo cristiano conmemora hoy la resurrección, uno de los pasajes más notables en los evangelios con significado igual de profundo.
Han pasado más de dos mil años y muchos no se han dado cuenta que la historia del mundo se mide a partir de la muerte física de Jesús. Antes de Cristo y después de Cristo. Sin duda que esta ha sido una obra del propio Dios, quien se hizo hombre para habitar entre nosotros y luego derramar su sangre por toda la humanidad. Fue un acto que debía registrarse porque fue el plan más perfecto ideado desde lo Alto para que todos los pecadores tuvieran la opción de decidir sobre sus vidas.
La victoria de Jesús no debe verse cada año en una semana. Es un triunfo que se registró hace dos mil años, pues así lo ha dicho Él. "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Estas fueron las últimas palabras dichas por Jesús a sus discípulos antes de tomar su trono en el cielo.
La propuesta está en pie. Ahora, gracias al sacrificio de la Cruz, usted podrá tomar la decisión más importante de su vida: vivir o morir eternamente. Si dice sí, debe convertirse en un gran discípulo del Señor, tal como lo fue Pablo, quien respetó fielmente las palabras de Jesús cuando dijo: "Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado".
Hoy Domingo de Resurrección debe ser para todos los panameños un día en que nos despojemos de toda nuestra maldad para resucitar en un cuerpo de justicia.