El siniestro registrado este Viernes Santos, que consumió un viejo caserón donde residían 27 personas en el corregimiento de Santa Ana, se produjo según datos preliminares por un corto circuito.
Transurrido dos días de este incendio, los damnificados reclaman la presencia de las autoridades del gobierno para que le ofrezcan una pronta solución.
Ayer sábado la Alcaldía de Panamá ofreció la comida y prometió comprar los útiles escolares para los siete niños, que quedaron con sus uniformes, libros y cuadernos de tarea convertidos en "cenizas".
En medio de la desoloación por haber perdids sus énseres, se registró una polémica debido a que las autoridades locales, intentaron reubicar a las personas en la Pensión Santa Ana. Pero muchos se rehusaron aduciendo que dicho lugar no reunían las condiciones para dormir allí.
Ante esto algunos optaron por pedir auxilio a sus parientes más cercanos y así pasar la noche.
Se espera que para mañana lunes, luego del azueto de semana santa, el Ministerio de Vivienda proceda a enviar un equipo de trabajo, que realizará una evaluación del estatus social de estas personas, a fin de reubicarlos en un lugar digno para vivir.
