La temporada de caza de focas con fines comerciales regresó a Canadá. Las organizaciones defensoras de animales en ese país aseguran que ahora es más intensa y brutal que nunca.
Se espera que unas 350 mil focas y lobos marinos mueran durante la temporada de caza de este año que empezó hace una semana.
Los activistas aseguran que las cuotas han sido elevadas a niveles históricos debido al crecimiento de la demanda de la industria de la moda en Europa, Rusia y China.
Sin embargo, funcionarios indican que el incremento de la población de esa especie y las necesidades económicas de unos 12 mil cazadores canadienses justifica el incremento.
El Fondo Internacional para la Protección Animal, afirma que la caza no sólo atenta contra la especie sino que además es llevada a cabo de una forma despiadada.
“Vimos como las focas son despellejadas vivas”, dijo la activista del fondo, Rebecca Aldworth.