Un registro de rutina en el Aeropuerto Internacional de Miami se convirtió en un incidente diplomático cuando se informó que los pasajeros registrados eran el príncipe Felipe de Borbón, heredero del trono español, y su novia.
La pareja y sus cuatro guardaespaldas llegaron procedentes de las Bahamas en un avión fletado para tomar en Miami un vuelo comercial a Madrid, dijo el diario The Miami Herald.
Pero antes de abordar su vuelo de la aerolínea Iberia, el príncipe Felipe, la ex periodista de la televisión española Letizia Ortiz y su comitiva tuvieron que pasar por un registro de seguridad.
El príncipe y sus guardaespaldas estimaban que no se les debía registrar, pero si no tienen una escolta del Departamento de Estado o del Servicio Secreto "es obligación hacerlo", señaló Lauren Stover, vocera de la Dirección de Seguridad en el Transporte en Miami. "Es la ley".
La pareja fue llevada a la sala de la línea estadounidense American Airlines, donde fueron registrados por tres agentes, con experiencia en el trato de personas muy importantes, dijo Stover.
El alcalde de Miami-Dade, Alex Penelas, envió a la familia real una carta en que le pidió disculpas por lo que calificó de situación lamentable.
La descripción de los hechos que he recibido hasta ahora indican una aparente violación del protocolo y una falta de respeto a Su Alteza y su delegación. "Le he pedido al administrador del condado que realice una completa investigación sobre este asunto", escribió Penelas en su carta, según el diario.