Los bailarines han dejado de ser el complemento de un cantante y se han convertido en artistas. El cuerpo de baile 507 Flow lo demuestra con sus acrobáticas maniobras y estilo personal a la hora de subir a un escenario.
Estos chicos son quienes acompañan a El Roockie y a varios artistas de Event Music en sus diversas presentaciones nacionales e internacionales. Dirigidos por Julio César Berrío, su mánager y productor, este grupo está rompiendo los esquemas del baile. "Traemos un concepto diferente, no tenemos instructores sólo un coreógrafo y los chicos van agregando sus ideas a las diversas rutinas", comentan. Todo dependerá del estilo. El entrenamiento es fuerte, no son ningunos improvisados, cuentan con asesores de la Academia de Ballet de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá, los que se dedican a la parte técnica.
JUVENTUD CON TALENTO
507 Flow o Panamá Flow, como también se les conoce, está compuesto por nueve chicos que tienen edades entre 18 y 22 años. Sus nombres son Joy, Jair, Grace, Sean B, Eileen (La Fula), Mónica, Alex y Carla.
Cuenta su mentor Berrío que ha tenido la oportunidad de trabajar con grandes artistas extranjeros como Tego Calderón, Wyclef y que ha tratado de transmitirle a los chicos todo lo aprendido. "He visto los ballets de Panamá y considero que en el país hay talento. Este es un grupo sacrificado que lucha por salir adelante con el baile, pero a la vez todos son responsables con sus estudios", agrega.
Como lo está leyendo, estos artistas de la danza cumplen con sus siete horas de prácticas diarias y asisten a las universidades. "Tenemos futuros Ingenieros Marítimos, Lic. en Mercadeo, Pilotos etc", chicos de diversos estratos sociales, que tienen por objetivo: destacarse en el baile.
NO TIENEN LIMITES
A diferencia de artistas nacionales que cuando van a otros países de concierto evitan llevar bailarines del patio por no pagar lo que se merecen éstos, El Roockie, Miguel Ángel y Fredy Sky hacen la diferencia. Berrío asegura que "lo nuestro no es un grupo x, somos una compañía registrada que viaja y en donde cada integrante devenga un salario". Con el paso de los meses así se han establecido, la empresa empieza a considerarlo como artistas, al punto de que Power Club le ofrece las instalaciones para que practiquen y la marca Sean John del cantante P. Diddy, es la que los viste.
Las coreografías de estos chicos van de 7 a 10 minutos cuando realizan shows para discotecas u opening de algún evento. Acaban de lograr un contrato con la discoteca Gurú para presentarse una vez por semana y mañana tienen un evento espectacular, según asegura el promotor. Eso sí, no se encasillan en practicar un solo género, "bailamos reggaetón, salsa, disco, merengue, no los castigamos con un solo género, pero cada ejecución depende de lo que pida el artista o el local donde nos presentemos, no tenemos límites, vamos a proyectarnos con todo a nivel internacional", finaliza diciendo el instructor.
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