Panamá se encuentra a las puertas de una oportunidad de desarrollo económico que no ha tenido desde los días de construcción del Canal Interoceánico. Pero esa oportunidad podría pasar frente a nuestras narices sin que las grandes mayorías puedan aprovecharla.
Sólo la ampliación del Canal requerirá 7,500 trabajadores. Una refinería en Puerto Armuelles utilizará al menos a 3 mil más. La industria de cruceros ha señalado que abrirá otras 3 mil plazas a jóvenes panameños, y la marina mercante ofrecerá 20 mil puestos nuevos el próximo año.
Por otro lado, el sector hotelero se amplía entre este y el próximo año hacia Veracruz, Bocas del Toro, Boquete, la comarca Kuna Yala y el área sur de Veraguas.
La reconversión de la agricultura derivada de los tratados de libre comercio necesitará de más agrónomos y más técnicos para impulsar las exportaciones.
Y las telecomunicaciones seguirán ampliando sus operaciones, al igual que los call centers. Los trabajos van a estar ahí, pero ¿el personal?
Estos megaproyectos han hecho más evidente que nunca el hecho que en Panamá no existe -en cantidades suficientes- el recurso humano capacitado para la oferta de trabajo emergente.
Mientras egresados de carreras tradicionales como abogacía y medicina siguen engrosando la lista de desempleados, las empresas de tecnología que surgen o llegan al país se las ven difíciles para conseguir nuevas unidades.
No es que falten las personas, sino que existen amplios abismos de conocimiento entre los requerimientos de los trabajos y la mayoría de los aspirantes.
Y capacitar a esta masa tiene que ser una meta a corto plazo, asegura Juan Planells, Director General de la nueva entidad INADEH (antes INAFORP), que se ha puesto como meta a partir de 2006 duplicar los 30 mil egresados de carreras técnicas que gradúa anualmente.
¿QUE NECESITA EL CANAL?
"Los técnicos necesarios son electricistas, mecánicos, explosivistas, soldadores, carpinteros, albañiles, reforzadores, operadores de perforadoras, operadores de excavadoras, conductores de volquetes, operadores de equipo pesado, de equipo de concreto, operadores de grúas y otros", señala Planells.
"Recomendamos a los jóvenes panameños y panameñas estudiar carreras técnicas en las áreas de construcción, mecánica y operación de equipos".
Los preparativos del INADEH para soportar el doble de estudiantes, involucra la entrada de 600 nuevos instructores. Asimismo, asegura que con ayuda económica de la Autoridad del Canal podrá rehabilitar 27 talleres para impartir cursos.
"Nos estamos preparando para ofrecer suficientes cursos para preparar a todos los aspirantes, o para subcontratar con otras instituciones de formación", sostuvo. "Los fondos serán reforzados con la ayuda de la ACP".
El período de matrícula de la INADEH inicia en junio próximo, y las clases arrancan en septiembre.
"Tenemos que orientar a los estudiantes a meterse en estas carreras", enfatizó Planells, asegurando que si en todas las áreas prioritarias se forma el personal suficiente, la actual tasa de desempleo de 9.6% podría reducirse un punto porcentual cada año.
Juan Planells aseguró que el nivel de salario será por lo general muy superior a la norma en nuestro medio.
Según Planells, los fondos de INADEH se manejarán como un fideicomiso, para que no se pierdan si no llegan a ejecutarse en el año fiscal que les fue asignado.
Las áreas prioritarias ya fueron establecidas: hotelería y turismo, marítimo y portuario, telecomunicaciones, transporte, tecnología, Canal de Panamá,agropecuario, protección ambiental y desarrollo social y comunitario.
Si la entidad cumple sus objetivos a corto y mediano plazo, la entidad podría estar en posición de ofrecer capacitación a unos 130 mil panameños al año; el 10% de la población económicamente activa en estos momentos.
POBRES EN CAPACITACION
Parte del problema es que la formación profesional ha estado bien lejos de ser una prioridad para los gobiernos. En 2005, Panamá fue el país de la región centroamericana y República Dominicana que menos invirtió en este renglón: 10 millones de balboas. Esto es menos de la sexta parte de lo que invierte el país No. 1 en este renglón: Costa Rica.
A este punto, los trabajadores capacitados por INAFORP representan sólo un 2% de la población económicamente activa. En una presentación ante miembros del CONATO esta semana, Planells reconoció que INAFORP era "débil e ineficiente".
Con el motivo de que esto cambie, está siendo reestructurada la antigua entidad dedicada a la capacitación. En el futuro, todo el dinero para capacitación que gaste una entidad del Estado, se canalizará a través de una nueva entidad: el Instituto Nacional de Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH).
Este organismo se regirá mediante un consejo nacional de capacitación, y establecerá una política nacional de capacitación.
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