Descamar, limpiar y cortar el pescado es una labor que muchas mujeres rehúyen; sin embargo, en Río Abajo, existe un grupo de personas que realizan esta labor con mucha destreza .
Francisco Thompson, un joven de 27 años, forma parte del equipo de tres personas que se dedican a la limpieza de los productos del mar.
Por más de 10 años, han mantenido su puesto en la feria libre de Río Abajo, en las inmediaciones del parque Sindey Young, logrando una clientela fija.
Thompson confesó que -estratégicamente- ubican el kiosco muy cerca de donde los consumidores adquieren el pescado, porque inmediatamente forman fila para que se los limpien.
La gente conoce la calidad de nuestro trabajo; realizamos toda clase de corte al pescado, en filete, presa o entero, a un módico precio de 10 centésimos por libra.
Dijo que limpiar el pescado o cualquier otro marisco se convierte en arte: hay que saber manipular muy bien cuchillo para no cortarse.
El entrevistado indicó que el pargo blanco es más difícil de limpiar, ya que sus escamas son duras.
Acotó que la Semana Santa es la mejor temporada para el negocio, a través del cual han podido sobrevivir.
DIAS BUENOS Y MALOS
Thompson dijo que -en el negocio- hay días buenos y malos. Al día, pueden lograr un ingreso de B/.15.00, pero en Semana Santa mejora la cosa.