Jesús, el Dios Victorioso, hace su entrada triunfal como Rey a Jerusalén, sentado en un asno prestado y en medio de Viva, Crítica en Líneas y aplausos de la gente sencilla. Hermanos Cristianos, en procesión y con los ramos, caminemos proclamando que Jesús es nuestro Rey y Señor hoy y siempre, dando muerte al pecado para resucitar con Él a una nueva vida sin fin.
JUEVES SANTO
Institución de la Eucaristía y el Mandamiento del Amor. Dos importantísimos acontecimientos cristianos celebramos hoy: la Misa Crismal (en la mañana) y la Misa Vespertina de la Cena del Señor.
La Misa Crismal en su sentido más pleno es la celebración del sacerdocio de Cristo que ofrece su sacrificio en la cruz, sacerdocio de los obispos y presbíteros, sacerdocio del pueblo cristiano encargado de establecer el Reino de Dios mediante sus trabajos temporales. (Leer Lucas. 4, 16-21)
La Misa Vespertina de la Cena del Señor. Cristo reúne a sus fieles en torno a la mesa, se hace pan entregado y sangre derramada, "Se instituye la Eucaristía". Nos enseña la humildad en el servicio al lavar los pies a sus discípulos, nos da el mandato de amar al prójimo.
VIERNES SANTO
De la Pasión del Señor.
El Autor de la Vida levantado en humillante cruz muere por amor, para salvarnos. Día en que el Siervo doliente nos descubre que el camino de la cruz como negación de la mentira, del odio, de la opresión, de la división, es el camino para una vida de fraternidad, de solidaridad, de servicio; en fin, para una vida plena.
La celebración litúrgica de hoy consta de tres momentos:
Celebración de la Palabra que incluye la Oración Universal por todas las necesidades del mundo. Solemne adoración a la Cruz como reconocimiento a este madero, signo de muerte y de vida; de fracaso y de triunfo, de victoria sobre el pecado.
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