Una conversación telefónica de alguien que se creyó que era el presidente iraquí, Sadam Husein, llevó al "bombardeo selectivo" lanzado el lunes por un avión B-1 para matarlo, según han informado fuentes del espionaje estadounidense.
Las fuentes señalaron que la conversación interceptada era con los asesores de Sadam Husein, y en ella les indicaba la forma y el momento en que debían abandonar Bagdad. Las fuentes, citadas por la cadena de televisión ABC, dijeron que el ataque se realizó doce minutos después de que se establecieran las coordenadas que fijaban el paradero de Husein en uno de los sectores residenciales más elegantes de la capital iraquí. |