El proceso electoral argentino sufrió una nueva perturbación al ser suspendida por la Justicia la votación para jefe de gobierno (alcalde) de Buenos Aires, aunque el Gobierno reiteró que no corren peligro las elecciones presidenciales del 27 de abril.
La jueza electoral María de Cubría hizo lugar a un amparo del gubernamental Partido Justicialista (PJ, peronista) y ordenó postergar las elecciones de las autoridades comunales que estaban previstas para el 8 de junio venidero.
El PJ porteño celebró la postergación sin fecha, al estar muy debilitado en el distrito, el tercero del país con 2,8 millones de habitantes. Los peronistas porteños no encuentran un aspirante capaz de seducir a un electorado que suele inclinarse por agrupaciones socialdemócratas o de centroizquierda.
La suspensión es otra pieza en el collar de dificultades que el traumatizado país sudamericano atraviesa para cumplir con el estado de derecho, mientras intenta superar la peor crisis de la historia.
Las elecciones primarias presidenciales en el PJ fueron canceladas a raíz de una lucha feroz entre sectores internos, lo que produjo una inédita fractura partidaria. |