Estados Unidos (EU) y Canadá enfrentan ahora la más cruenta disputa comercial que deberá resolverse ante los tribunales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El punto de controversia es la exportación-importación de la madera de construcción.
Ni la presión de los industriales, ni la gestión del ministro de Comercio Internacional, ni el encuentro entre los dos principales mandatarios del continente americano, George W. Bush y Jean Chrétien, fueron suficientes para llegar a un acuerdo en la disputa maderera entre Estados Unidos y Canadá.
Por el contrario, el problema se tornó más "áspero" luego de que Washington anunciara el 21 de marzo la imposición del nuevo arancel del 29% a las importaciones de madera canadiense.
En juego están 10,000 millones de dólares que perdería la industria maderera canadiense, como consecuencia del arancel que el gobierno estadounidense quiere aplicar a partir de mediados de mayo próximo.
Las posiciones de ambos socios comerciales del TLC en torno a esta añeja disputa se están reubicando hacia los extremos del "ring" comercial.
Al día siguiente del anuncio de "no concesión", el ministro canadiense de Comercio Internacional, Pierre Pettigrew, calificó la medida como "castigable e infundada", impuesta para "apaciguar intereses proteccionistas" de Estados Unidos.
Canadá llevará el caso nuevamente ante la instancia de solución de controversias del TLC y de la OMC. Concretamente, propone establecer un panel binacional bajo el Capítulo 19 del tratado trilateral que revise la decisión final del Departamento de Comercio de EU.
El ministro de Recursos Naturales de Canadá, Herb Dhaliwal, sugirió que el país debe reconsiderar cooperar con EU en áreas clave, tales como energéticos, en respuesta a las tarifas compensatorias que busca aplicar la Administración Bush. |