El obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, Honduras, monseñor Rómulo Emiliani, alabó la vida del Papa Juan Pablo II, quien falleció a los 84 años de edad este 2 de abril.
"Juan Pablo II es un auténtico santo que se purificó en vida y en esta enfermedad de sus últimos días se fue purificando. Su forma de vivir y de morir es un estímulo a tratar de servir de esa misma manera. Sin duda ya tenemos un nuevo santo en el cielo", acotó Emiliani.