La jornada de trabajo de cada menor le representa al menos una ganancia de B/. 6.00 diarios, añadiendo que en los días en que la pesca abunda el número de menores aumenta hasta los 200.
El problema de los niños que trabajan en el mar no ha podido ser controlado por las autoridades del Ministerio de Trabajo (MITRADEL) y el Ministerio de la Juventud, La Mujer, La Niñez y la Familia (MINJUNFA), siendo posible cada mañana encontrar a más de una docena de niños de toda edad laborando.
Para el año 2002 la cifra de estos niños pasaba de los 100 en un solo día, únicamente en Playa Ensenada, distrito de San Carlos, los cuales realizando trabajos de desembarco de pescado, secado de trasmallos y amarre de botes.
En ese entonces la administradora regional del MINJUMFA, Ana de Moreno, y el director regional del MITRADEL, Moisés Montero, afirmaron tener conocimiento de la situación, especialmente del abandono del sistema escolar por parte de los menores que se dedican desde tempranas horas de la mañana a la actividad pesquera. Durante un operativo realizado en ese entonces se detectaron más de 100 menores, quienes reciben el nombre de "luriadores", cargando cestas de pescado, cuyo peso oscila en las 70 libras desde la orilla de la playa hasta un centro en donde son pesadas, actividad que ellos llaman "luriar".
ABUSO Y PENURIAS
Por esta actividad los menores reciben un pago de 25 centavos por canasta o bien unos cuantos pescados. Igualmente existe un grupo de menores que viven en la playa y que pasan la noche en un rancho.