Israelíes y palestinos rindieron homenaje el domingo de distintas formas y por separado al Papa Juan Pablo II, saludando en él a un "amigo" desaparecido que trabajó mucho por la paz en Tierra Santa y por el acercamiento entre religiones.
"Era un hombre de paz, un amigo del pueblo judío, que reconocía su singularidad y que trabajaba por la reconciliación entre los pueblos", declaró el Primer ministro israelí Ariel Sharon.
"Hemos perdido a una figura religiosa muy importante que consagró su vida a (la defensa de) la paz y la justicia para todos", declaró el Presidente Palestino, Mahmud Abbas.