Es historia de nunca acabar la de los hombres que no se hacen responsables de sus actos, y abandonan a sus hijos.
Debido a esa "fiebre" que tiene la juventud por buscar pareja, todos corren a la cama, hambrientos de sexo, sin pensar que una relación de ese tipo muy probablemente tendrá consecuencias: un hijo.
Así, los primeros en poner pies en polvorosa son los hombres, quienes en la relación tienen menos que perder, pues no tienen que cargar con el chiquillo en el vientre.
Pero no son los únicos responsables. Las mujeres, sabiendo lo que puede pasar, también se lanzan a la aventura de la carne, mentira que engañadas, y a la hora de la hora quedan con un hijo a cuestas, sin padre que responda por sus actos.
En esas circunstancias se hace urgente una cruzada para evitar que los jóvenes panameños se integren a esa carrera del sexo, y llenen las calles de hijos sin padres o sin madres.
¡Es urgente! |