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Los efectos de la globalización en Panamá y América Latina en general, han sido negativos para la gran mayoría de los habitantes, afirmó ayer el especialista de desarrollo rural para América Latina del Banco Mundial (BM), Luis Coirolo, quien agregó que aunque los países han registrado beneficios, sólo han sido para un sector muy reducido de la población. |
Los efectos de la globalización en Panamá y América Latina en general, han sido negativos para la gran mayoría de los habitantes, afirmó ayer el especialista de desarrollo rural para América Latina del Banco Mundial (BM), Luis Coirolo, quien agregó que aunque los países han registrado beneficios, sólo han sido para un sector muy reducido de la población.
"América Latina es privilegiada porque ha ganado en términos de globalización", dijo Coirolo. "Pero esa ganancia ha sido muy disimilar".
Para tratar de revertir ese efecto, el BM realizará en Panamá el 3 y 4 de abril un taller de consulta sobre la estrategia de acción en el desarrollo rural para América Latina y el Caribe, sobre la base de un documento elaborado por el banco con varias estrategias para combatir la pobreza rural.
Las tres bases principales del documento del BM son: el aumento de la productividad agrícola, la reducción de la pobreza y el manejo sustentable de los recursos naturales. Coirolo afirmó que la meta es usar la globalización para traer a esos pobres que no se han beneficiado del proceso.
En el taller participarán más de 30 personas de distintos países de América Latina, entre ellos representantes de organismos internacionales, de gobiernos, de las comunidades rurales, académicos y empresarios. Se espera establecer estrategias para los próximos 20 años.
De acuerdo con las estadísticas de la Dirección de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial, existen 1.2 billones de personas en el mundo que subsisten con menos de un dólar al día, y que el 70% de esas personas habita en áreas rurales. Unos 800 millones de personas van a la cama con hambre, según las mismas cifras. |