Marlene Mena es una joven que tiene un don que le permite llegar donde otros artistas no se aventuran. Usa su arte para comunicarse con los niños.
Desde niña gustaba de "andar haciendo monicacos", como dirían sus compañeritos de clase o los que no saben de estas cosas; de la capacidad del dibujo para enviar mensajes, de cómo ella con caricaturas no sólo relata cuentos, habla de los derechos del niño, de la mujer, llega a la juventud..
Rememora: "Hasta el sol de hoy me fascina ver cómica y cuando estaba pequeña me gustaba dibujarlos e inventé los míos propios".
Está convencida de que una imagen puede salvar un texto.
Destaca que fue una mujer la que le dio la oportunidad, lo cual agradece, ya que había ido a varias publicitarias y la habían rechazado.
Después laboró con Pascual Hermanos, donde diseñó todo un mundo de sus galletas y productos, por los años '80. Ha ilustrado enciclopedias y suplementos juveniles.
En la Universidad de Panamá trabaja como técnico de laboratorio y soporte (diplomas, afiches y materiales para los proyectos y eventos de la Facultad de Bellas Artes).
Explica que los dibujos para libros para niños deben ser sencillos. "Se divierten mucho cuando se les da forma, se humaniza animales u objetos".
Ha ilustrado libros de texto. Y toma en cuenta las pautas establecidas hace poco más de un lustro por UNESCO y UNICEF, que requieren que se dé mayor protagonismo de la mujer.
Para los adolescentes de 12 a 15 años, las ilustraciones tipo manga funcionan bien. Debe analizarse la psiquis y entorno sociológico de los jóvenes, para que el libro apele a ellos.