Roma cayó por primera vez en su campo desde el 28 de septiembre del pasado año, al ser derrotado ayer por el Manchester por 0-2, en partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, en el que puso ganas, voluntad y pundonor, pero en el que triunfó la sangre fría del conjunto inglés.
El resultado pone al Roma muy cuesta arriba en el pase a semifinales en el encuentro de vuelta, donde quizás deba estar más pendiente de no encajar otro 7-1 como el del 2007 en Old Trafford, cuando fue eliminado de esta misma ronda.
En la primera parte, los romanistas salieron con ganas e impusieron presión, pero cortó bien el Manchester, con una sobria y segura defensa, incluso después de que se lesionara Vidic y fuera sustituido por O'Shea.
Manchester remató con peligro, en el minuto 12; Roma, lo hizo en el 16, con un cabezazo desviado de Panucci.
A partir de ahí, Roma logró encajonar al Manchester, pero la segunda vez que los diablos rojos se acercaron a la puerta de Doni, en el minuto 39, marcaron gol.
La jugada fue una combinación entre Rooney y Scholes con pase para Cristiano Ronaldo que cabeceó a la red.
En la segunda parte, conscientes de que un 0-1 era muy adverso para remontar en Old-Trafford, Roma insistió ante la puerta de Van der Sar, con ocasiones claras, pero desperdiciadas.
Además, cuando no fueron fallos propios, fue la defensa del Manchester o su portero los que acabaron con las aspiraciones que el Roma puso en un tiro de Giuly, que acababa de sustituir a Taddei, o un cabezazo Vucinic, en el 18.
Y así, hasta que los del Manchester se acercaron otra vez a la portería del Roma, en el minuto 21, y anotaran el segundo tanto. El gol fue de Rooney con ayuda del portero Doni, que no retuvo un cabezazo de Park, lo que permitió al punta rematar a portería entre dos defensas.
AUSENCIA: CAPITAN
Habrá quien le eche la culpa a la ausencia del alma del equipo, su capitán Totti, si no fuera por ese 7-1, una espina que los del Roma, antes del partido dijeron querían quitarse. Ya tienen dos.