Bojan Krkic mantuvo una vez más a flote al Barcelona, que gracias al gol del joven delantero, derrotó a domicilio al Schalke (0-1) y se acercó a una semifinal de la Liga de Campeones.
Bojan no sólo hizo historia ayer en Gelsenkirchen, donde se convirtió en el segundo goleador más joven de la historia de la competición (17 años y 218 días), por delante de Cesc Fábregas y tras el ghanés Peter Ofori-Quaye (17 años y 195 días), sino que dio al Barcelona unos días de calma en medio de la marejada.
El delantero que ha marcado cinco tantos en los últimos cinco encuentros se ha convertido en el mejor valor del barcelonismo, en tiempos de zozobra.
En Alemania, mientras el club debate qué hacer con Ronaldinho y, quizá, con el técnico, un tanto de Bojan, a los 12 minutos, dio al Barcelona la tranquilidad necesaria para gestionar un resultado favorable, que salvo desastre, le debe colocar muy cerca de la penúltima ronda.