Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra faena de la pelota criolla, hoy en medio de una triste parafernalia, cuando aficionados saltan de su propio barco y no felices con eso, insultan a los miembros de su propia tripulación.
Lo del lunes en la noche fue para llorar. Miembros de la barra herrerana gritaron en contra de su equipo, esos mismos que una vez saltaron y brincaron en un solo pie con los batazos de Audes De León, los mismos que corearon: "Allí, allí está el campeón", se voltearon, simplemente, porque su equipo pierde y no ve la luz en el horizonte.
Los verdaderos aficionados mueren con sus equipos. Se van a la tumba con los colores de su novena, con la gorra puesta, sucia y con mal olor, pero puesta.
¡ACLARO!
No son todos, ni mucho menos la mayoría, sólo un pequeño grupo que no soporta la derrota y que vive soñando en que todo en la vida es color de rosa.
A esos aficionados, sólo le pedimos justicia, amor, cariño, fe, esperanza e ilusiones, para seguir al pie de su novena y ayudarlos a levantarse.
No es el momento de caer, dejar de sonreír a una novena que ha sido de las mejores. Al "Tricampeón" le salieron unos cuantos clavos en la carretera, pero hay tiempo para reponer las "gomas" y salir adelante.
No desmayen, Herrera ha estado al borde de la eliminación en otros años y se ha levantado como los grandes, para mostrar sus quilates.
Lo del lunes debe quedar en el pasado, olvidarlo, pero que crezca la reflexión y el respaldo perpetuo. ¡Vamos pa' lante!
EL "GLADIADOR"
En dos jornadas hemos seguido de cerca el trabajo en el terreno de Audes De León, a quien llamaremos el "Gladiador".
Es un ejemplo de pelotero, metiendo mano, cuerpo y cabeza a pesar de sus lesiones. Corre duro, se desliza, arriesga su integridad física para sacar adelante a una tropa que duerme.
Como pelotero, De León debe sentirse orgulloso de su trabajo, y como "Capitán" de Herrera ha cumplido sus funciones. En estos momentos, el equipo lo debe imitar y meter el hombro en cada partido restante.
¡Viva, el béisbol!