FAMILIA
¿"Venganza celestial"?
La concientización sobre el SIDA en Taiwan
Tomado de SINORAMA
Ante la situación
en el resto del mundo, donde el 95% de los infectados no tienen acceso a
un tratamiento integral, no dejan de ser afortunados dentro de la desgracia.
Chen Shou-chien, director del Instituto Municipal para el Control de
Enfermedades Venéreas (IMCEV) de Taipei, asegura que ese cóctel
cuesta más de 30.000$NT mensuales por paciente, aparte de los gastos
de consulta médica: "La única razón por la que
podemos permitirnos ese gasto es porque hay pocos enfermos", dice Chen.
Chang Wei, director de la Asociación pro Defensa de los Derechos
de las Personas con VIH y SIDA (PHARAA, siglas en inglés), destaca
que el presupuesto de la OCEC para el tratamiento de la enfermedad está
sujeto a aprobación anual por el Legislativo, y puede ser eliminado
en cualquier momento: "el SIDA es otra enfermedad más, y los
infectados por el VIH son parte del público general, por lo que no
deberían estar excluidos del SNS (Seguro Nacional de Salud)".
Para él, incluirlos en el sistema no sólo sería lo
más justo, sino el único plan viable a largo plazo. La PHARAA
ha perseguido con vehemencia este objetivo, y en enero de 1998 el DS añadió
oficialmente el tratamiento del SIDA a la cobertura médica del SNS.
¿CRIMEN Y CASTIGO?
Parece ser que el tratamiento del SIDA está ya garantizado en
Taiwan. Sin embargo, la discriminación social hacia estos enfermos
no ha disminuido, por lo que aún queda trabajo por hacer. La primera
víctima de SIDA reconocida en Taiwan fue un extranjero en 1984; el
primer fallecimiento de un taiwanés por SIDA, en 1986: más
de diez años de presencia y un alto nivel de concientización
pública. Según un informe titulado EL SIDA a debate: tendencias
en la actitud, conducta y conceptualización públicas en relación
con la enfermedad, de Hsu Mei-ling, profesor del Departamento de Periodismo
de la Universidad Nacional Chengchi, del orden del 80 al 90% de la población
taiwanesa comprende correctamente las vías de transmisión
del SIDA, y la cifra va en aumento.
Por desgracia, el conocimiento y la aceptación no van de la mano,
y aún existen poderosos prejuicios contra los pacientes de la enfermedad.
Frases como: "El desastre del SIDA es culpa de los homosexuales",
"El SIDA es consecuencia de la inmoralidad", o "El SIDA es
la venganza del Cielo" tienden a confundir el tema y aumentan el miedo
general a la enfermedad.
En Taiwan, los enfermos de SIDA suelen recibir una doble categorización:
homosexuales, prostitutas y drogadictos por vía intravenosa, de los
que generalmente se piensa que "se han buscado la enfermedad ellos
mismos", y aquellos infectados por transfusiones de sangre o durante
la gestación, considerados "víctimas inocentes".
Cuando se introdujo el cóctel farmacológico en Taiwan, hubo
quien defendió que los "inocentes" debían tener
prioridad. El mismo argumento surgió también al debatir la
inclusión del tratamiento del SIDA en el SNS, cuando se propuso que
éstos recibieran cobertura total y exención del pago, mientras
el resto, "los que se lo habían buscado", habrían
de costear una parte del tratamiento. "Cuanto antes se trata el SIDA
más fácil es controlarlo con medicamentos. Por desgracia,
no hay medicinas para tratar los prejuicios contra el SIDA", advierte
una campaña de concienciación.


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