El sábado pasado se realizó con éxito la marcha "La hora del planeta", para concienciar sobre la importancia de hacer un alto y revisar cómo estamos tratando al hábitat.
Precisamente, conversábamos en días pasados con el Licdo. Guillermo Castro H., cuya obra "El agua entre los mares", publicó la Ciudad del Saber.
Es un libro que recoge ensayos sobre problemas ambientales. Allí habla sobre el istmo y cómo fue cambiando. También acerca de cómo estamos matando la fauna y contaminando las fuentes pluviales excusándonos en que el progreso tiene un precio. Alto precio ¿no?
En los ensayos compilados en la obra, y escritos entre 2000 y 2008, destaca que si queremos un ambiente distinto tenemos que crear una sociedad diferente. O sea, hay que hacer cambios. Decisión que nadie puede tomar por uno.
Enfatiza que poco puede hacer uno si los demás se desconectan de este deber para con la Tierra, deber del que nadie está eximido y nos recuerda que las fronteras, cuando del bienestar del planeta se trata, no existen, pues lo que se hace en un punto afecta hasta en el otro extremo del orbe.
Pero "soy optimista", dice, y añade "creo que el mundo está orientado al cambio. Hay gobernantes más abiertos al cambio".
Opina que con Obama como presidente de Estados Unidos ese cambio se hace más fácil. También da el visto bueno al Presidente de Brasil.
Se amerita buscar nuevas formas de orientación para proteger el ambiente, enfatiza Castro y aplaude que haya en Panamá 160 empresas que han adoptado métodos de producción más limpios. No sólo contaminan menos, también aprovechan los desechos de cada etapa de la producción como insumos para otras etapas de esta, explica y menciona el ejemplo de las porquerizas que usan los desechos de los cerdos para producir gas metano, fuente de energía renovable.
Este hijo de Ligia Herrera, geógrafa chiricana de 92 años, conversó con nosotros largo rato sobre su preocupación por la mortandad de peces, el deshielo en los polos, la deforestación y otros males producto de vejámenes contra el planeta.