El corregimiento de Calidonia amaneció el viernes con una noticia que alarmó y afectó a muchas personas; pero sobre todo, lo califico como un hecho lamentable que tuvo que darse para comprender y atender las necesidades que está sufriendo el Cuerpo de bomberos de Panamá.
Falta de equipo para sofocar los siniestros, máscaras para ingresar a los inmuebles, uniformes, entre otras necesidades, a las que yo le agrego la urgencia de carros extintores de fuego que cumplan con los requisitos necesarios para atender hechos que se puedan dar en los edificios altos.
Como nación, nos sentimos orgullosos porque nuestro país presenta los índices de crecimiento económico más altos del mundo y que es escogido por extranjeros, principalmente, como sitio para vivir. Muchos de ellos llegan en compañía de sus familias, buscando esa paz que quizás no encuentran en sus respectivos países, y compran apartamentos en áreas exclusivas, cuyas edificaciones superan los veinte pisos. Quienes promueven este desarrollo inmobiliario han considerado la posibilidad de que se origine un voraz incendio como el que se vivió el pasado viernes. Está el Cuerpo de Bomberos de Panamá preparado para hacerle frente a una situación de esta naturaleza?
El parque Urracá fue uno de los lugares donde se lograba recoger agua para transportarla a través de carros cisternas, al lugar de los hechos. Ahora queda efectuar la evaluación de las estructuras, y, hasta para ello, se requiere de equipo para evitar pérdidas humanas.
Lo sucedido el pasado viernes, deja en evidencia la grave crisis que rodea al Cuerpo de Bomberos, y constituye una advertencia que permite evaluar lo que tenemos y proceder de manera urgente a atender las necesidades, que por meses, vienen solicitando los camisas rojas, una institución abnegada en su trabajo. Hay que tener presente que, en la medida que el país alcance el desarrollo, así mismo hay que considerar a quienes, con su participación, hacen que el desarrollo sea sostenible.
