El jefe torturador del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, alias Duch, regresó al banquillo del tribunal internacional auspiciado por la ONU, para ser juzgado por crímenes contra la humanidad, asesinato premeditado y tortura.
El juicio entró en la fase decisiva en la que los magistrados, cuatro camboyanos y tres extranjeros, intentarán esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades que se imputan al acusado, tras las dos vistas que tuvieron lugar en febrero para validar testigos y pruebas.
Con semblante sereno, Duch, de 66 años, respondió a las preguntas de un juez cuando le pidió que se identificara y que justificara los diversos nombres que utilizó a lo largo de su vida.