La luna le quitó ayer protagonismo al rey sol creando un fenómeno celestial, recibido con aplausos, oraciones y exclamaciones.
El cuarto eclipse solar fue observado por miles de personas de África, Oriente Próximo y América Latina. Durante tres horas, el cruce de la Luna a través del Sol ofreció un espectáculo que no se repetirá hasta agosto del 2008.
El eclipse total comenzó en el nordeste de Brasil, en el estado de Río Grande do Norte, donde veinte minutos después del amanecer, volvió temporalmente la noche para el deleite de sus habitantes.
En algunos lugares, la gente celebró el fenómeno con danzas y vino, otros con pánico a los terremotos.