Julissa Ortega, detenida por su vinculación a la desaparición de la niña Mónica Serrano, resultó ser una psicópata perversa, que no tiene remordimientos de ninguna clase, no conoce las bondades del pudor y no siente amor por nadie, según los resultados psicológicos y psiquiátricos a los que fue sometida en Medicatura Forense. Julissa, según los exámenes no miente cuando asegura que no sabe dónde está la niña, pero contradictoriamente disfruta engañando a la gente.
La sospechosa será remitida mañana a la cárcel de mujeres. Allí se unirá al resto de las mujeres detenidas en este caso. Cuatro en total. Entre ellas: la esposa del parapléjico, Jorge Ticiano Jaén, presunto autor intelectual del hecho criminoso, Kathia González; una mujer con el nombre de Vanessa, amiga de Julissa y Ana María, la exmujer de padre de Mónica. En el caso de los hombres están detenidos Jorge Ticiano Jaén "El Cojo", y dos de sus choferes, uno de ellos de nombre Luis Oriel Ramos, además de José Vera, el "sordomudo".
Mientras tanto, la Fiscalía Auxiliar remitirá a Jaén a Medicatura Forense, para que sea sometido a otros exámenes psicológicos y psiquiátricos y así acreditar los resultados de los primeros exámenes. |