Definir el dolor de un malestar en el área pélvica es difícil, pues muchas veces suele confundirse con un simple cólico.
Sin embargo, existen dolores a los que hay que prestarle cierta atención, pues puede tratarse de una endometriosis. Pero, ¿qué es?
La endometriosis consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino. Es menos frecuente que la endometriosis aparezca fuera del abdomen como en los pulmones o en otras partes del cuerpo.
La endometriosis es una enfermedad relativamente frecuente, que puede afectar a cualquier mujer en edad fértil, incluso hasta la menopausia, aunque algunas veces, la endometriosis puede durar hasta después de la menopausia.
Es una condición que altera la calidad de vida de las mujeres que la padecen, afectando sus relaciones de pareja, familiares, laborales y de reproducción.
Cuando el tejido endometriósico crece, aparecen bultos llamados tumores o implantes, que la mayoría de las veces son benignos o no cancerosos y rara vez se relacionan con el cáncer de endometrio. Los implantes de la endometriosis están influidos por el ciclo menstrual, de tal manera que en cada menstruación, la mujer que padece endometriosis, los tumores endometriósicos también sangran, sin posibilidad de que la sangre salga fuera del cuerpo, desarrollándose una inflamación y tejidos cicatriciales o fibrosis, que ocasionen posteriormente obstrucción intestinal, sangrado digestivo y trastornos miccionales.
El tratamiento con hormonas es más eficaz cuando los tumores son pequeños. Las hormonas pueden venir en presentaciones de pastillas o por inyección. Existen varias hormonas usadas para este tratamiento, incluyendo una combinación de estrógeno y progesterona, como las píldoras anticonceptivas y la progesterona sola.