"¡Dios mío, mi madre!", fueron las últimas palabras de Delfín José Tejada Fung, de 26 años, asesinado de 19 tiros la noche del sábado en las escaleras del "Salón de Belleza Yazuely", frente a Calle E de Paraíso, en el distrito de San Miguelito.
Una vecina, que lo vio agonizar, explicó que una sierva pedía a Delfín que aceptara a Jesucristo como su Salvador, pero a este, dada la sangre que salía de su boca, casi no se le entendía lo que decía.
La víctima tenía 15 minutos de haber abandonado su apartamento en los multifamiliares de Calle J de Paraíso, donde vivía con su madre Julia. Él le dijo que iba a dar una vuelta y pronto regresaba.
Delfín comunicó a los vecinos que compraría un pescado frito frente al salón de belleza. "Negra", apodo de la dueña del salón, tiene una hija que vende saus y pescado frito en un puesto improvisado.
Un testigo explicó que Tejada Fung, quien salió de La Joya el 7 de diciembre, fue atacado cuando se encontraba dentro de la "Abarrotería y carnicería Denia", frente a Calle E.
Tres sujetos llegaron en un auto Honda, tipo sedán, gris, con matrícula 296149, del cual se bajaron dos. Uno se quedó frente a la tienda y el otro entró.
Dentro del local, Delfín recibió dos tiros en la espalda, y comenzó a correr; el gatillero intentó herirlo de nuevo, pero el arma se encasquilló.
Mal herido, corrió, pero el otro pistolero alcanzó a herirlo en las piernas. Delfín empezó a cojear, y, desesperado por protegerse, se desplazó hacia el grupo que compraba pescado, quienes huyeron por temor a morir.
En las escaleras del salón de belleza cayó y su verdugo lo remató con 15 tiros.
Los dos pistoleros caminaron, subieron al auto y dieron la vuelta en Calle J, donde el auto-por exceso de velocidad-patinó y quedó dentro del lote de una casa. Sus ocupantes huyeron.
Tejada Fung fue llevado en un auto patrulla al Hospital Integral San Miguel Arcángel, en San Miguelito, donde le decretaron la muerte.
Tenía 21 días laborando como ayudante de electricista. Era el segundo de tres hermanos.