OTAN cambia estrategia militar con
ataques aliados a pleno día
Belgrado
EFE
La Alianza Atlántica
lanzó ayer, viernes, a plena luz del día misiles desde un
buque en el Adriático, lo que representa un cambio en la estrategia
militar, pues, desde que el miércoles comenzaron los ataques, los
bombardeos siempre se habían producido de noche.
Posteriormente, a las 18:45 hora local (17.45 GMT) comenzaron a despegar
aviones aliados de la base de Aviano (norte de Italia), entre ellos varios
F-117 estadounidenses y numerosos cazabombarderos F16 y F18, mientras que
de Istriana (norte) salieron esta tarde varios "Mirage" franceses.
Dentro del cambio de estrategia militar, Estados Unidos disparó
un "Tomahawk" desde el buque "Philippine Seas" a unas
50 millas de la costa de Croacia, según fuentes militares de EEUU,
noticia que la OTAN confirmó poco después desde su sede Bruselas.
Uno de los misiles "Tomahawk" cayó en el barrio residencial
belgradense de Topcider, donde se encuentra un cuartel de tropas de elite,
situado a unos 400 metros de la casa del presidente yugoslavo, Slobodan
Milosevic, y a unos 300 metros de la residencia del embajador de España,
Joaquín Pérez-Gómez.
Fuera de las fronteras de Yugoslavia, en Bosnia aparatos de la OTAN derribaron
dos aviones yugoslavos Mig-29 que "invadieron el espacio aéreo
bosnio" con la intención de atacar a estas tropas.
Contrariamente a los primeros informes de que los dos pilotos serbios
habían sido capturados, el portavoz de la OTAN, Jamie Shea, precisó
más tarde que estaban siendo buscados por la zona.
Con estos dos Mig-29 abatidos, ya son cinco los aparatos yugoslavos de
este tipo que han perdido las fuerzas yugoslavas desde que se iniciaron
las operaciones aliados.
En Sarajevo, un representante de la OTAN desmintió a EFE que el
avión que se estrelló hoy cerca de Bijeljina (nordeste de
Bosnia) perteneciera a la Alianza Atlántica, después de que
la agencia yugoslava Tanjug informara de este supuesto.
También en Belgrado, hacia las 16.50 hora local (15.50 GMT), se
alzaron altas columnas de humo al sur, después de que se oyeran,
a gran distancia, tres detonaciones procedentes de la zona de Avala, monte
a unos 15 kilómetros al sur de la capital.
Poco después, pudieron verse al sudoeste de Belgrado otras dos
columnas de humo a gran distancia, sin que se oyera ninguna detonación
previa.
Una hora antes, las sirenas que anuncian ataques aéreos sonaban
en Belgrado, Prístina, Novi Sad, Pancevo, Nis, Kraljevo y Kragujevac.
Los serbios temen que los ataques de esta tercera jornada consecutiva
sean aún más fuertes que los que se produjeron ayer, sobre
cuyo número de víctimas todavía no se conocen datos
precisos.
El Estado Mayor del Ejército de Yugoslavia informó de que
40 objetivos fueron bombardeados el jueves y aseguró que las unidades
de defensa aérea causaron pérdidas "al agresor en esta
desigual lucha".
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, dijo que los ataques
aéreos de la OTAN han causado hasta el momento "más de
cien muertos y 400 heridos".
En Bruselas, la OTAN informó de que las fuerzas aéreas
aliadas han alcanzado 50 objetivos en las 400 salidas que sus aviones han
realizado hasta ahora.
Ayer en la mañana, tropas serbias se concentraron en la frontera
norte de Albania, donde anoche se registraron tiroteos en los que murió
un jefe de policía local, por lo que el Ejército ha enviado
efectivos a la zona para evitar nuevos incidentes.
Según el diario en inglés "Albanian Daily News",
fuerzas serbias bombardearon dos poblaciones albanesas fronterizas y causaron
daños a varias casas, sin que se produjeran víctimas.
Sigue la confusión en torno a la orden de expulsión de
los periodistas de los países que llevan el peso de los ataques de
la OTAN contra Yugoslavia.
Mientras que el viceprimer ministro yugoslavo, Vuk Draskovic, anunciaba
esta mañana que la orden de expulsión había quedado
en suspenso y los reporteros podían regresar al país, el Ministerio
serbio de Información desmintió estas afirmaciones.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó por mayoría,
sin necesidad de veto, la propuesta rusa que demandaba el cese inmediato
de los ataques contra Yugoslavia y la reanudación urgente de las
negociaciones.
El proyecto recibió sólo 3 votos a favor (Rusia, China
y Namibia), y 12 en contra, por lo que no obtuvo el mínimo de 9 votos
requeridos para su aprobación ni el veto de los tres permanentes
en contra: EEUU, Reino Unido y Francia.
Poco después, el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, anunció
que regresará a Moscú con "propuestas", que no desveló,
para la solución de la crisis kosovar, después de su entrevista
en París con el presidente francés, Jacques Chirac.
En represalia por los bombardeos contra Yugoslavia, Moscú expulsó
al representante de la OTAN en Rusia, Alexei Shajtajtinski, y ofreció
"ayuda humanitaria" a Yugoslavia.
Para el presidente de la República Popular China, Jiang Zemin,
la acción militar de la OTAN contra Yugoslavia "viola las normas
que gobiernan las relaciones internacionales" y "va en detrimento
de la paz en la región de los Balcanes".
En Yugoslavia se suceden los actos contra intereses de los países
con los que Belgrado rompió relaciones diplomáticas el jueves
-Alemania, Francia, el Reino Unido y EEUU- y ayer fueron objeto de ataques.
En Macedonia, los manifestantes volvieron a mostrar su oposición
a los bombardeos de la OTAN, mientras que las autoridades de Estados Unidos,
después de dar la orden de evacuar su embajada dañada ayer
durante unos disturbios, instaron a sus ciudadanos a "tomar medidas
para garantizar su seguridad".
Estados Unidos decidió retirar de su Embajada en Skopje al personal
no esencial para el funcionamiento de la legación.
También los ciudadanos rusos descargaron su ira en la Embajada
de EEUU en Moscú, a la que lanzaron todo tipo de objetos.
En Atenas, las fuerzas policiales se enfrentaron con cientos de manifestantes
frente a la embajada de EEUU que arrojaron piedras, bombas incendiarias
y huevos contra la legación, mientras que en Polonia decenas de jóvenes
socialistas y pacifistas protestaron ante la misión estadounidense
en Varsovia.
En París, algunos miles de manifestantes protestaron contra los
ataques y en Londres, frente a la oficina del primer ministro británico,
unas decenas de personas expresaron su enfado.
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