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Dentro de pocos días el Dr. Italo Isaac Antinori-Bolaños terminará el período para el cual fue elegido como Defensor del Pueblo de la República de Panamá. Desde los inicios de sus funciones se encontró con una serie de obstáculos de orden fiscal y administrativo, que el distinguido jurista en forma inteligente fue venciendo a tal punto que próximo a despedirse de sus labores, ha dotado a esa institución de unas oficinas bien establecidas, cubiertas de una eficiente organización y de un personal debidamente capacitando.
Con firme determinación el Dr. Italo Antinori ha conocido de una serie de desaciertos a lo largo de la administración pública, cuya intervención certera y en forma oportuna ha sido posible que los mismos hayan sido subsanados, en este caso, generalmente, en beneficio de gente muy humilde. El saliente Defensor del Pueblo en su elevada misión de mediar frente a una serie de injusticias su presencia se ha hecho sentir a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional e incluso es del caso destacar su necesaria asistencia a diferentes actos internacionales, mediante la cual incrementó aún más su imagen.
Un caso que es digno de mencionar fue su mediación ante las autoridades colombianas hacia un contacto útil y necesario para que el Ejército de Liberación Nacional que durante muchos meses retuvo en su poder al panameño Nicolás Pérez fuera liberado por razones humanitarias. Seguramente mucho tuvo que ver la calidad moral y el gran prestigio internacional del Dr. Antinori para que el Ejército de Liberación Nacional accediera a lo pedido, incluso aceptara su presencia en la misma área de la contienda.
Otro hecho que a mi juicio debe ser considerando de gran significado es su intervención para que se llegara a buen término entre los ex empleados de Editora Renovación, S.A., y sus abogados en cuanto a los honorarios que fueran los más razonables y destrancaran un conflicto en los tribunales que se hubiera dilatado aún más en perjuicio de esos derechos laborales adquiridos.
Es en suma ejemplarizante la labor rendida por el Dr. Antinori como Defensor de Pueblo, que su sucesor el Dr. Juan Antonio Tejada, cuya capacidad intelectual y jurídica es indiscutible, tendrá que desempeñarse en idéntica calidad profesional y si es posible superarlo, en una época que considero aún más difícil, debido al incremento de la corrupción en el país.
No tuve el honor de asistir al acto de despedida que le tributó el Sindicato de Periodistas por razones personales, por lo que estas líneas en grado de honestidad aportan a su favor ese reconocimiento a su misión cumplida. |
