Intrigas cinematográficas e impecables predicciones políticas son parte de los documentos difundidos durante la primera jornada de una conferencia por el 40 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos.
Los participantes, tanto de Estados Unidos como de Cuba, entregaron la noche del jueves copias de algunos de los documentos que serán desclasificados a lo largo del evento.
Los papeles cubanos entregados hasta ahora son dos separatas, una con reportes de inteligencia previos a la invasión, y la segunda presenta las órdenes completas giradas por el presidente Fidel Castro desde el 17 al 19 de abril de 1961, los tres días de combates entre los invasores y las unidades cubanas.
Los documentos entregados por la delegación estadounidense incluyen desde un memo de la embajada británica, en Washington, reportando conversaciones sostenidas a fines de 1959 con Allen Dulles, director de la CIA, hasta un reporte de la misión brasileña en La Habana afirmando en mayo de 1961 que ni la ruptura de relaciones diplomáticas de naciones latinoamericanas con Cuba, ni los embargos, debilitarían a Castro.
El informe confidencial británico fue escrito por "Sir H.Caccia", de la embajada de Gran Bretaña en Washington, tras conversaciones en noviembre de 1959 con Dulles, y quien según el diplomático inglés, estimaba que a Castro le quedaban unos 8 a 9 meses en el poder.
Y en una sorpresiva sugerencia, según indica el documento inglés, Dulles afirmó durante la conversación que un acuerdo de compra de armas entre La Habana y Moscú podría darle a Washington la excusa para actuar contra el nuevo dirigente cubano.
Caccia destacó en su nota que Dulles confiaba en que un rechazo inglés a vender aviones a La Habana, forzaría a Cuba a negociar la compra con los soviéticos o con países del bloque socialista. Participantes en la conferencia explicaron que para ese entonces Cuba negociaba con Londres un plan para sustituir aviones "Sea Fury" por nuevos modelos "Hunter", ambos de fabricación británica.
Dulles, agregó la nota inglesa, estaba convencido de que Castro "no solo era un hombre malvado, sino que tenía una vena de locura" en su personalidad que podría llevar a "incalculables resultados". |