PUESTA EN ESCENA
Comunidad y cultura
Aurelio Paredes
Como fundamento real y efectivo
para un mejor trabajo en la comunidad rural, sería trasladar a creadores
en las diferentes manifestaciones del arte hacia las zonas más apartadas
del país, donde se conviviría con sus pobladores y desde allí
seleccionar a los futuros monitores de cada barrio utilizando como cantera
a maestros y activistas locales. De esa forma su presencia allí sería
de suma importancia para la comunidad. Al hablar de trabajo comunitario
no podemos referirnos a grupos profesionales que se presentan una vez por
año en la comunidad y luego no queda ninguna huella de ese trabajo
cultural. Lo importante es que los propios comunitarios sean los protagonistas
del hecho y utilicen el arte como vehículo para una transformación
de su medio y pasen de observadores a participantes.
En estos campos los talleres se impartirán las diferentes manifestaciones
artísticas donde aprenderán además de las técnicas
de investigación en el orden social, los métodos primarios
del arte en particular. Estos activistas ya formados serían los encargados
de realizar encuentros artísticos a nivel de comunidades, donde se
premiarán los mejores trabajos por el contenido educacional y artístico
que contengan y donde se destaquen las tradiciones más autóctonas.
Para lograr mayor éxito en la formación de estos monitores
activistas los profesores que lo formen convivirán con los estudiantes
para alcanzar mayor comunicación e identificación mutuamente.
Los talleres que se impartirán serán:
- Voz y dicción para todas las edades y manifestaciones.
- Dirección, dramaturgia, iluminación y actuación
para las manifestaciones de teatro y danza.
- Diseño de escenografía, vestuario para teatro, danza,
música y arte plástica.
- Coreografía y danza. Técnica de pintura.
- Técnica musical.
- Técnica de investigación en el campo de la sociología.
Nosotros, los de la Dirección Nacional de Centros Regionales
en el Instituto Nacional de Cultura, ya hemos preparado en diferentes centros
del interior esta modalidad, integrando a jóvenes y cultores de las
Bellas Artes con el entusiasmo propio de los interesados en la materia.
Cuando el amigo y teatrista cubano HUBERTO LLAMAS y yo compartíamos
impresiones sobre lo que habíamos vivido en el entorno del teatro,
comprendimos que nuestra feroz lucha y batalla estaba en el mismo tablero.
Me decía Huberto, que había tenido la oportunidad de confrontar
conocimientos y experiencias desde 1962, en la Escuela Nacional de Arte
hasta 1994 en países como Canadá, Brasil, México, Colombia
y Perú. Yo, igual explorador que mi amigo Huberto, también
me enrolé en México con el maestro Miguel Manzano y Guillermo
Zettina recorriendo cuartuchos y cuartos bajo los puentes, en Colombia subiendo
por techados para escapar de la justicia que perseguía a compañeros
marihuneros, en Managua durmiendo en catre, también disfrute de salones
elegantes, de ricas comidas en Salvador. El encuentro con críticos
y actores, directores y público disímiles me ha servido para
tener más fe y confianza en mí mismo. He madurado sobre algunas
lagunas en la confrontación directa con nuevas corrientes y nuevos
postulados que me han hecho reflexionar y tomar conciencia de cuáles
eran las armas con que contaba un teatrista.
Todo eso, y no sólo mostrando las huellas de las heridas, también
enseñando las armas es lo que quiero dar a esos jóvenes que
vienen, quizá muy apurados para degustar como "bocatto de Cardenal"
las infidencias del teatro.
Por otro lado, el polvillo que me han dejado las Reclusas del Centro
Femenino de Rehabilitación, cuando en ocho años hemos escenificado
otras tantas obras, los Menos Jóvenes en edad, quienes han presentado
casi en la misma fila de años cinco obras de carácter Universal.
Niños, viejos y presas, cuánto no he aprendido en este vía
crucis. Tengo cómo enseñar o NO?
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Nosotros, los de la Dirección Nacional de Centros Regionales
en el Instituto Nacional de Cultura, ya hemos preparado en diferentes centros
del interior esta modalidad, integrando a jóvenes y cultores de las
Bellas Artes con el entusiasmo propio de los interesados en la materia. |
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