Residentes de áreas revertidas luchan
contra la extrema pobreza
Eva María Gutiérrez
Panamá Oeste- EPASA
A pesar que cientos de familias
pobres de las áreas revertidas de Arraiján no poseen los servicios
básicos, actualmente luchan contra las adversidades que se presentan
y sueñan con días mejores.
De hecho, desde hace ocho años, el Ministerio de Vivienda, MIVI,
está ubicando a cientos de personas en esta área y asimismo,
agrupándolas en barriadas, según su procedencia.
Son más de 10 barriadas pobres que se encuentran enclavadas en
cerros y algunas en pendientes muy pronunciadas, y según versiones
de dichos moradores el Gobierno los tiene en un "total olvido".
Barriadas como Alto de Valle Sol, Peñas Blancas, sector 8, Las
Nubes, El Tecal, Valle del Sol, y las barriadas indígenas Kalo Moguir
Yala y Boo Yala, cuentan con una población aproximada de 10,000 habitantes.
Verónica Cubilla, dirigente de Valle del Sol, expresó que
el Gobierno tiene en completo abandono a este sector del país, y
lo preocupante es que no hay agua potable, energía eléctrica
y calles en buen estado.
Algunos moradores de dichas barriadas advirtieron que el MIVI en parte
es "culpable de la problemática social", ya que antes de
trasladar a las familias a esta zona, debió coordinar con instituciones
gubernamentales encargadas de los servicios de agua potable y energía
eléctrica, para proyectos en las comunidades en mención.
Cubilla, quien tiene dos hijas, dijo que la gente emigra hacia estos
sitios del país "por necesidad", toda vez que el pago mensual
de un cuarto de alquiler es costoso y en realidad, con un salario mínimo,
no alcanza para sobrevivir.
Cubilla indicó que el problema más serio es la falta del
vital líquido, ya que cientos de personas de más de 10 barriadas
se abastecen de un solo pozo brocal, y en la temporada de verano el agua
no alcanza para todos.
Recalcó que las comunidades están bendecidas por la madre
naturaleza, porque existen tres pozos brocales, construidos por funcionarios
del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales IDAAN, pero no
están funcionando por falta de energía eléctrica en
el área.
Tras un recorrido por las citadas barriadas, EPASA pudo conocer que en
El Tecal y Las Nubes, las mujeres y niños lavan en quebradas o mejor
dicho charcas, las cuales proporcionan agua para realizar los quehaceres
del hogar.
La dirigente de Valle del Sol dijo que el IDAAN como un paliativo ante
la escasez de agua, a través de carros cisternas le proporciona agua
potable una vez a la semana a cada barriada.
De hecho, la vida en estas comunidades transcurre lentamente, existen
muchos desempleados, niños en espera de un bocado de alimento, un
parque, una iglesia y un centro escolar para estudiar.
Otro problema que enfrenta los moradores es que la mayoría de
niños y niñas no se han podido matricular en el Centro Básico
General la Polvareda.
Sobre el particular, Enelva Caliopolitis, directora regional de Educación
del oeste, dijo que hará todo a su alcance para que los estudiantes
puedan matricularse en la citada escuela
|