Domingo 21 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Reserva nacional de agua dulce

En enésimas ocasiones hemos sugerido la creación de una gran reserva natural de agua dulce, ya que en el próximo milenio se advierte una notable escasez del preciado líquido por la deforestación y la sequía.

El Canal de Panamá, que es nuestro principal recurso, se alimenta de las aguas del río Chagres a través del lago Gatún, que fue en una época el lago artificial más grande del mundo. Sin embargo, la vía interoceánica que mantiene un flujo constante de aguas sin retorno que van a parar al mar, no se recupera de la pérdida de millones de galones de agua porque las autoridades pertinentes no han ideado una solución para frenar el escape de este recurso natural.

Desde hace varios años en la Rusia soviética se creó la reserva natural más grande del mundo en el lago Baikal, para estar preparado en caso de que una catástrofe pusiera en peligro el consumo de agua potable. Panamá ha sido privilegiada con la dotación de agua y puede decirse que el Canal "es un don del Chagres", parodiando la frase del río Nilo. Pero no hemos visto la intención de gobierno alguno de crear la reserva de agua dulce a la que hemos hecho referencia. Por el contrario, cada vez que pasa un barco por el Canal se pierden los millones de galones de agua que hasta el momento han sido irrecuperables.

El gobierno que manejará la franja canalera a partir del próximo año debe ser precavido y asegurar el suministro de agua a la generación de panameños del siglo XXI, más que un derecho es un deber, ahora que se hacen intentos para privatizar el agua y en aras de la globalización sacarla del alcance de los estratos populares. No habrá excusa si en el lapso de una década llega a escasear el agua potable por la falta de previsión de las autoridades correspondientes.

Se impone una modernización de las potabilizadoras, sin que esto signifique la privatización del IDAAN, ya que se han generado suficientes fondos públicos por las privatizaciones del INTEL e IRHE. El agua que es un derecho del pueblo, debe seguir siendo cristalina y pura y con el suficiente flúor, ya que hasta ese elemento que no es muy costoso le quieren regatear al pueblo.

En lo que insistimos es que nuestro gobierno se vaya preparando para afrontar cualquier eventualidad y que en un futuro este pueblo no padezca sed. Hacemos a las autoridades responsables de ejecutar esta propuesta porque siempre existen las amenazas de la deforestación y el "fenómeno del Niño".

El pueblo panameño también tiene que cambiar sus hábitos de consumo del agua, cuyo desperdicio es caro. Panamá ha vivido una bonanza en el consumo del vital líquido y ahora tendremos que apretarnos el cinturón porque nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

 
 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Alcides (Ñangote) Pérez, uno de los mejores tamboreros recibe homenaje en el pueblo de Chitré


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, sigo usando los recursos del Estado para politiquería


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