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EDITORIAL
A sacudir la corrupción
La renuncia o destitución del director de la Autoridad de Tránsito, Carlos Harris apenas es uno de las tareas que la mandataria Mireya Moscoso debe cumplir, para tratar que su administración recupere la credibilidad que requiere todo gobierno.
Para nadie es un secreto que existe entre los panameños una percepción de que hay una marcada corrupción en el engranaje gubernamental. Que existan funcionarios corruptos es una cosa, pero que el gobierno lo tolere, es otra.
Respetamos la presunción de inocencia de Harris y su derecho a defenderse de los cargos que le hacen a su administración, en cuanto a la supuesta emisión irregular de 1,000 cupos para el transporte selectivo.
Harris debe hablar y aclarar todo; si es inocente que se limpie su nombre y los funcionarios que forzaron su renuncia deberán pagar las consecuencias, pero si es culpable debe ir directamente a la cárcel.
El otorgamiento de cupos siempre ha sido un botín político y económico para los directores de tránsito y dirigentes del transporte. Miles de dólares se mueven en la compra y venta de cupos.
Por eso se hace necesario buscar un mecanismo que termine de una vez por todas con ese negociado que va a parar a los bolsillos de los particulares. Es sabido que se venden los cupos, que sea entonces el Estado que reciba esas sumas.
La complacencia de todos los gobiernos con ese tipo de negociado es lo que motiva que se produzcan en cada administración escándalos como los que hoy se investigan.
Aparte, el pueblo percibe que hay otros casos de corrupción que deben ser atacados por el Ejecutivo. No pueden haber corruptos intocables, porque al final del camino la que queda mal es la presidenta.
La oportunidad es propicia para que la mandataria se sacuda de funcionarios que en vez de ayudarla le hacen daño a su gobierno y a Panamá. Hay que rodearse de gente inteligente, eficiente y honesta, postergar las medidas, es solamente alargar lo inevitable.
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PUNTO CRITICO |
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