Actualmente en la barriada San Cristóbal de Natá, todo es tranquilidad, pero en la medida que se van deshojando los primeros meses del calendario 2004, esa calma se diluye entre el temor y la alarma que traen los intensos y fuertes torrenciales que en pocos minutos se transforman en un ir y venir de sus moradores intentando colocar sus bienes a buen recaudo.
La causa, el desbordamiento y posterior inundación de la Quebrada Quijada, ya puesta en el mapa de alerta de los organismos de protección civil dado su impacto contra las 60 viviendas que forman la barriada San Cristóbal y Nuestra Señora de Los Angeles. En efecto la primera alarma, fue la sorpresiva inundación que se produjo hace unos cuatro años cuando la Quebrada visitó con ferocidad incontenible las residencias del lugar.Todo se tornó abrumador porque nadie imaginó que lo que siempre fue una quebrada tranquila, que desalojaba sus aguas sin percances ni trabas en su trayectoria, ahora se volcaba súbitamente hacia los patios, cuartos de las viviendas, ocasionando daños.