Monseñor Emiliani, estoy frustrada en mi relación con mi marido. Me casé ilusionada con él por todas sus cualidades y las atenciones que me hacía. Me tenía siempre en primer lugar. De un tiempo para acá, calculo unos seis años, se transformó en un hombre frío, indiferente a mi e inclusive con nuestros tres hijos. Me siento triste, desilusionada y me preocupa algo: siento que se está muriendo mi amor hacia él. No creo que me haya faltado nunca desde que nos casamos. Siempre llega a la casa a la hora prevista, salvo algunas reuniones de la empresa o del club al que pertenece. Mis amigas dicen que tengo un gran marido por eso. Económicamente nos hemos superado bastante en los últimos años. Pero yo necesito un esposo que sea amigo, que me estime, me admire y no solo me busque para tener relaciones íntimas.
Estimada señora. Están ustedes pasando por una crisis que se da en ciertos periodos del matrimonio y él ha sido el que se dejó llevar por la rutina, el que dejó de admirar lo mucho que usted vale y el que quiere mantener una relación fría, pensando que todo está bien, con tal de que él esté en su casa. Esta situación puede ser peligrosa. Ya usted habla de que se está fijando en otro hombre. Está ya comparando a ambos y ve lo positivo que tiene su compañero de trabajo. Yo quisiera suplicarle que no piense en enredar su vida con otro hombre, que además es casado. Aunque su marido haya perdido el " brillo de los años anteriores", es cuestión de tener paciencia, de promover la manera de que renazca en él su interés por usted y para eso, yo le digo que debe usted "pulirse todo lo que pueda". Sí, es cuestión de despertar en él de nuevo su admiración por usted. Supérese por favor intelectualmente, no descuide su apariencia física, mejore su arte culinario, busque entrar en diálogo con él en aquellas cosas que a él interesen. Invítelo a pasar un fin de semana fuera de casa. Sea creativa en cuanto a distracciones donde ambos puedan pasar un tiempo divertido. Sea usted positiva y aunque él esté retraído, usted rompa esas "fronteras" creadas por él y anímelo y mantenga la alegría. Le pido por favor que no se deje influenciar por su actitud fría ore por él y crea en el poder de Dios.