Belisario Cedeño, de 32 años, fue encontrado muerto en un lugar bastante distante de la casa de sus suegros, donde vivía con su pareja.
El cadáver fue hallado la mañana de ayer, domingo, en una finca de La Represa, en el corregimiento de Cativá, Colón.
Algunos vecinos del área dieron aviso a sus familiares y éstos a los funcionarios de la Dirección de Investigación Judicial de la Policía Nacional y al Ministerio Público.
Federico Núñez, suegro Belisario, dijo que su yerno le había dicho que tenía problemas con algunas personas que no gustaban de él.
Aparentemente la víctima estaba tomando licor en un lugar y apareció muerto en otro.
Su suegra, María Troya, lamentó el suceso y aseguró que Belisario no era un hombre malo ni se metía con nadie.
Este asesinato abrió el dolor en la pareja porque una hija de ambos también fue asesinada en ese mismo sector hace algunos años, y nadie supo quién fue.
Denunciaron un lugar en los alrededores que se ha convertido en una cantina donde además, se registran hechos violentos.
El cuerpo de Belisario tenía heridas y estaba morado. Siguen las investigaciones por ese crimen.