La Roma y el Juventus dejaron escapar ayer, en sus respectivos encuentros ante el Livorno y el Siena, una gran oportunidad de dar un importante paso adelante en la persecución del líder de la Liga italiana, el Inter de Milán. Como si ambos equipos estuvieran predestinados a vivir la misma pesadilla, Roma y Juventus vencían por 3-2 cuando, exactamente a la misma hora, veían cómo el árbitro les pitaba un penalti en contra y cómo el equipo rival lo materializaba para firmar el empate definitivo a tres.